TEXT·A·GRAM

Análisis de textos en castellano desde el punto de vista de la Gramática Textual

Versión: 5 de octubre 2024
Acabamos de liberar el código fuente de esta aplicación:
https://tecling.com/textagram/text·a·gram.zip

Esto permite a los usuarios ejecutarla en local y analizar varios documentos a la vez
* De momento el código incluye todos los barridos excepto referentes.
El próximo martes 8 de octubre a las 17 hora chilena haremos una presentación en vivo de esta nueva versión.
Aquí está en enlace para inscribirse en la charla:
https://udla.zoom.us/webinar/register/WN_msXpKNydThWoQLRgZO5gdA

Y aquí el afiche:

En breve publicaremos aquí más información sobre el evento.

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BARRIDO DE LA DEIXIS
El etiquetador de deixis es una herramienta que permite encontrar, clasificar y etiquetar deícticos (marcas textuales por los cuales actúa la deixis) de un texto determinado. Estas etiquetas se diferencian a partir de colores, marcas visuales como el subrayado y el ennegrecido de la palabra, y su respectiva categorización en corchetes al lado derecho del deíctico marcado.

La deixis

El concepto de deixis tiende a variar con respecto a su definición y sus clasificaciones. Esto porque algunos de los autores que trabajan la deixis mencionan más categorías que otros, y entre todos tienden a definir parámetros distintos sobre qué es y qué no es la deixis. Cuenca (2010), por ejemplo, habla de la enunciación y la deixis, donde la enunciación es todo lo que se relaciona con el “aquí y ahora” del mensaje, pero también el “yo y tú” de este mismo (el emisor que escribe el mensaje y su receptor); y la deixis es la que se encargaría de demostrar estas instancias. Los deícticos que utiliza para lograr esta acción se clasifican en personales, espaciales y temporales. Los personales serían las marcas de primera y segunda persona, ya que solo destacan a las personas que se relacionan con el emisor y el receptor, y no a las que se hace referencia. Los espaciales son los elementos que demuestran el espacio de la enunciación, son palabras que llenan su significado a partir de lo que se conoce del lugar en donde es escrito y dirigido el texto. Por último, los temporales serían las marcas de temporalidad que referencian al tiempo en que se escribió o se está escribiendo el texto. Los deícticos, al estar compuestos por distintos tipos de palabras, solo se tomarían en cuenta las que no tienen más significado que el que se aporta dentro del texto y/o el contexto comunicativo.

Lozano, Peña-Marín y Abril (1989) también utilizan el concepto de enunciación para describir a la deixis. Los autores describen la enunciación como el acto del lenguaje donde se genera el discurso, es decir, lo que se dice en un determinado contexto. La deixis, entonces, es definida como la localización e identificación de las personas, objetos y acontecimientos que se relacionan con el espacio y tiempo de la enunciación de un determinado texto. En esta descripción se hace nuevamente mención a los deícticos (llamándoles también por su nombre en inglés, shifters), los cuales formarían el sistema de referencias internas que utiliza el texto para remitir y/o referenciar a la enunciación, de alguna forma “moviendo” (shifting) la atención del lector a otro momento. Se recalca también la condición de símbolos-índices (de la terminología peirceana) de estos elementos, ya que, para lograr su objetivo, deben tener una significación genérica o indeterminada. Esto significa que solo pueden adquirir un sentido completo cuando se conoce el cuándo, el dónde y por quién fue enunciada la ocurrencia en particular a la que hacen referencia. En otras palabras, los deícticos estarían compuestos por “palabras vacías”, por lo que (tanto los deícticos personales como los espaciales y los temporales) recurrirían a recursos como los pronombres personales y demostrativos para remitir a la situación en concreto.

Por su parte, Renkema (1999) describe a la deixis como “las conexiones entre el discurso y la situación en la que se utiliza el discurso” (1999: 102), es decir, la relación que existe entre el texto y el momento en que este es escrito (o enunciado). Los deícticos serían las marcas o indicadores que se utilizan para demostrar la situación de enunciación dentro del texto, por lo tanto, poseen un punto de referencia que será dependiente del autor, su espacio y su tiempo. La descripción que da de las categorías de los deícticos es distinta, ya que describe a la deixis de persona o actancial como las instancias donde se marca el “yo” (el hablante), el “tú” (el receptor), y el “él o ella” (de lo que se habla), por lo tanto, incluiría a la tercera persona, pero solo en relación a las otras dos que están dentro de la enunciación. A la deixis de lugar la define como a los momentos en los que el hablante menciona si algo está cerca o lejos de sí (“estos”, “ese”, “aquí” y “allá”), y a la deixis temporal como la utilización de adverbios de tiempo (“hoy”, “ahora”) y los tiempos verbales (“he caminado”, “investigué”) que mantienen una relación con el momento de escritura del texto y de existencia del autor.

Por último, Calsamiglia y Tusón (1999) definen a la deixis a través del concepto de indexicalidad, la cual sería el mecanismo que utilizan los interlocutores para mencionar elementos de la situación pertinentes para el intercambio comunicativo, sea para situar a la otra persona o para darle un trasfondo a este intercambio. Los deícticos (que también llaman conmutadores) serían los elementos lingüísticos que representan la indexicalidad dentro del texto, dependiendo completamente de la situación en la que ha ocurrido la enunciación, y describiendo así el quién, cuándo y dónde de esta misma. La deixis entonces, crearía el terreno común, mientras que los deícticos organizarían el tiempo, lugar, participantes, e incluso, los elementos textuales dentro de este terreno.

A partir de los distintos puntos en común que tienden a tener los autores, se ha definido a la deixis como la capacidad que tiene un texto para referenciar al momento de su enunciación y a los involucrados dentro de esta, mientras que los deícticos son los mecanismos que se utilizan para lograr esto mismo, haciendo mención al tiempo y al espacio en el que estaba el autor cuando lo escribió. Son elementos lingüísticos explícitos dentro del texto que demuestran tanto la existencia de un emisor (primera persona), un receptor (segunda persona), la interacción de ambos, y el espacio y tiempo de donde parte esta situación específica.

Clasificación

Las etiquetas utilizadas para la clasificación de los deícticos se escogieron a partir de los distintos nombres que se les ha dado dentro de las investigaciones de la lengua española; estos son entonces, los deícticos actanciales, espaciales y temporales. En esta clasificación solo se toman en cuenta como deícticos a los elementos que tienen un cierto grado de vacío en su significación, el cual se llena solo con lo que se conoce sobre la enunciación del texto, y no con lo que se dice dentro del cotexto. Por lo tanto, el instrumento no reconoce como deícticos los sustantivos propios, como nombres de países o ciudades, ya que estos son entendibles en todo contexto.

Referencias
Calsamiglia, H. y Tusón, A. (1999). Las cosas del decir. Barcelona: Editorial Ariel.
Cuenca, M. J. (2010). Gramática del texto. Madrid: Arco libros.
Lozano, J., Peña-Marín, C. y Abril, G. (1989). Análisis del discurso: Hacia una semiótica de la interacción textual. Madrid: Cátedra.
Renkema, J. (1999). Introducción a los estudios sobre el discurso. Barcelona: Gedisa.

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TEXT·A·GRAM es un producto del Grupo Tecling.com

Concepto y desarrollo: Rogelio Nazar

Colaboraron con el desarrollo: Javier Obreque, Diego Sánchez, Hernán Robledo, Paolo Caballería, Nicolás Acosta, Scarlette Gatica y Andrea Alcaíno.

Documentación: Andrea Alcaíno.